Nuestro socio Gabriel Baltazar Pedraza, egresado de la maestría en derecho de la Universidad de California Berkeley, participó el 21 de septiembre de 2020 en el diálogo internacional en línea “El Legado de Ginsburg y su Futuro” organizado por Berkeley Global Society (BGS) para celebrar la vida de la gran defensora de la justicia y pionera de la igualdad en los Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg.
En el evento participaron personas expertas en derecho de diferentes partes del mundo, incluyendo Cassandra Matilde Fernandes, Vanessa Villanueva Collao y Alberto Mujica, y fue moderado por el presidente de BGS, Aubin Gonzalez Lapos
¿Quién fue Ruth Bader Ginsburg?
La jueza y jurista estadounidense (15 de marzo de 1933- 18 de septiembre de 2020) fue la segunda mujer en convertirse en Jueza de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos. Es conocida por haber sido una gran litigante y una feroz defensora de la igualdad de género, antes y después de unirse al Alto Tribunal.
Ginsburg, nominada para el puesto por el Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, en 1993, fue desde 2010 la líder del bloque liberal, y minoritario, de la Suprema Corte. Por ello, la Jueza frecuentemente escribía opiniones de disentimiento sobre las resoluciones de la Corte.
Un ícono del feminismo en la cultura popular, frecuentemente llamada “Notorious R.B.G.”, Ginsburg presentó seis casos frente a la Suprema Corte de Justicia de 1973 a 1978, con un objetivo primordial: convencer al Tribunal de que la garantía de protección de igualdad de la Decimocuarta Enmienda aplicaba no sólo a la discriminación racial, sino también a aquella que estaba basada en el sexo. La participación de nuestro socio en el diálogo virtual se enfocó precisamente en esta etapa de la vida de la Jueza.
¿Cuál es la importancia de su trabajo?
En su participación, Baltazar Pedraza, abordó la pregunta “¿Cuál es el legado de la Jueza Ginsburg desde una perspectiva masculina? Al respecto, nuestro socio recalcó la profunda admiración que siente hacia Ruth Bader Ginsburg, por su histórico legado tanto frente a la Suprema Corte como en el estrado de la misma.
Sobre lo primero, abordó su estrategia legal como litigante para la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) para retar leyes que estaban diseñadas para proteger a las mujeres, pero que se basaban en nociones rebasadas sobre los roles de género en la sociedad. Resaltó que su estrategia tenía dos objetivos: persuadir a una corte llena de hombres sobre la inconstitucionalidad de estas leyes, y probar que dichas normas herían tanto a las mujeres como a los hombres.
Para ilustrar dicha estrategia, nuestro socio destacó tres de sus asuntos frente a la Suprema Corte, Frontiero v. Richardson, Reed v. Reed Weinberger v. Wiesenfeld.
- En el primero, una teniente del ejército de los Estados Unidos, exigió que su esposo recibiera la misma pensión y manutención que se encontraban disponibles para las esposas de tenientes hombres. Aquí, la Corte estuvo de cuerdo con Ginsburg, sobre que dicha ley violaba la clausula de debido proceso de la Quinta Enmieda.
- En el segundo, una mujer reclamó no poder ser la administradora de la herencia de su hijo, puesto que la ley en Idaho favorecía a los administradores varones. La Corte nuevamente estuvo de acuerdo con Ginsburg y consideró que la norma era arbitraria e inconstitucional.
- En el tercero, un viudo que no podía acceder a las prestaciones para viudas establecidas en el Acto de Seguridad Social de 1935, exigió que se le permitiera recibir dichos apoyos. La Corte encontró que esta ley se encontraba basada en nociones estereotípicas de los géneros, por lo que declaró su inconstitucionalidad.
Estos tres asuntos demuestran la eficacia de la estrategia de Ginsburg como litigante, dijo Baltazar Pedraza.
